La niña se llamaba Elsie y estaba
triste porque se le había perdido su muñeca.
Para tranquilizarla, Kafka le dijo que
él era cartero de muñecas y que tenía una carta para ella pero la
había olvidado y se la entregaría a la mañana siguiente.
Cuando kafka llegó a su casa no sabía
que escribir en la carta pero al imaginar que le podría decir una
muñeca a una niña, se le ocurrió decir que la muñeca se había ido
de viaje. Además le puso una estampilla de otro país para que la
carta fuera mas creíble.
Así estuvo inventando carta tras
carta durante dos semanas, en las que la muñeca contaba sus
aventuras alrededor del mundo.
Al fin, llegó el día de la última
carta. La muñeca se iba a casar y por eso ya no volvería a casa
pero siempre iba a querer y cuidar a Elsie, aunque estuviera muy
lejos. Sin embargo ya no le enviaría mas cartas. La niña no se
entristeció. sabia que algún día se tendría que separar de su
muñeca y le ponía contenta que se fuera a casar. Al final de la
historia, Kafka le regala a Elisie una nueva muñeca.
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