Atima Imaoma, ha sido secuestrada, para
ser llevada al mercado de esclavos.
Luego de cruzar el mar Atlántico, con
su pequeño espejo, es vendida a una familia para hacerle de doncella
a su hija.
Después de mucho tiempo, Atima Imaoma,
es llevada a una hacienda en la provincia de Mendoza. Ahí muere,
pero tiene una hija; Atima Silencio, que escapará de la hacienda
para vivir en libertad.
Cuando la pequeña, dona el espejo,
este por diversas razones, irá a parar de mano en mano y cruzará de
nuevo el océano.
Una historia un poco triste... pero en
mi opinión hermosa, donde gracias a un pequeño espejito, se hace un
reencuentro realidad.
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