1984 es según algunos uno de los libros más leídos del siglo
XX. Sea así o no, el hecho es que es una lectura que no puede faltar en
nuestras bibliotecas.
Orwell nos describe un mundo donde los individuos son
vigilados día y noche. El pensamiento está totalmente controlado y la historia
es constantemente tergiversada. El mundo de 1984 está dividido en tres
superpotencias, una de las cuales dará escenario a la historia: Oceanía. Sin
embargo, no es la misma Oceanía que conocemos nosotros; esta incluye, entre
otros lugares, Londres.
Es en la capital de Inglaterra donde transcurre la historia.
El protagonista, Winston Smith, es uno más de los trabajadores del Ingsoc, el
partido dominante. Luego de trabajar varios años para este, Smith comienza a
cuestionar la manera de funcionar del mundo en el que vive. Para tener una
idea, los lemas de Ingsoc son “La guerra es paz”, “La ignorancia es la fuerza”
y “La libertad es la esclavitud”.
En su aventura revolucionaria Smith se encuentra con una
joven de su mismo bando, Julia, con quien comenzará una relación amorosa. Con
ella recorrerá un insurrecto camino, plagado de peligros, aventuras,
traiciones…
Sin embargo, más que la acción del libro, deslumbra la
cantidad y calidad de información que Orwell logra compactar en unas cuantas
páginas. Es que los temas que aborda guardan delicados paralelismos con la
sociedad actual y a través de la ficción nos lleva a reflexionar sobre ella . Cuando terminamos de leer nos quedamos con la vaga sensación de que a veces la verdad no era la que creíamos .
Recuerdo haber leido este libro en mi juventud. Hoy es dia es tan relevante como en aquella (no tan lejana ��) epoca. Lo mas atemorizante es que actualmente existen las tecnologias para ejercer un control casi total sobre el individuo. Software que reconoce las caras de la gente, camaras de trafico, el GPS del telefono que identifica donde esta el individuo en cualquier momento, y eso que todavia no he mencionado la informacion personal a traves de redes sociales. EL HERMANO GRANDE NOS ESTA MIRANDO
ResponderBorrarEs impresionante como los libros de otras épocas no pierden vigencia... Saludos!
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